29 octubre, 2006


LOS TURNOS DE NOCHE ACORTAN LA VIDA, MERMAN LA SALUD Y ROMPEN MATRIMONIOS


Un trabajador nocturno pierde cinco años de vida por cada 15 trabajados

Los trabajadores de turnos de noche pierden cinco años de vida por cada quince de jornada laboral, se divorcian tres veces más que el resto de sus compañeros y tienen un 40% más de posibilidades de padecer trastornos neuropsicológicos, digestivos y cardiovasculares.

Estas son algunas de las conclusiones de diversos estudios con los que los doctores Eduard Estivill, jefe de la Unidad del Sueño del Instituto Dexeus de Barcelona, y Apolinar Rodríguez, responsable del Servicio de Neurofisiología del Hospital de la Paz de Madrid, explicaron los riesgos que conlleva contradecir al sol.
El doctor Estivill aseguró que unos dos millones de españoles tienen horarios nocturnos o rotatorios, jornadas que, prosiguió, están prohibidas en los países nórdicos, donde no está permitido que los mayores de 35 años trabajen por la noche ante el "ingente gasto" derivado a
la Seguridad Social.

Este especialista desveló que los accidentes laborales con mayores consecuencias "suelen ocurrir de noche". De hecho, las estadísticas apuntan que un 90 por cien de los siniestros más graves se han registrado en ese turno, como ocurrió con el de la central nuclear de Chernobil (Antigua URSS/1986) o el del petrolero Exxon Valdez (Alaska/1989).
Insomnio, irritabilidad, angustia, depresión, trastornos digestivos, ataques de pánico, enfermedades cardiovasculares por un estrés crónico, unido a adicciones a tranquilizantes, excitantes o alcohol y tabaco, son algunas de las costumbres patológicas que acompañan a quienes trabajan sin sol, según los especialistas.

Estivill, cuyos libros sobre trastornos del sueño figuran entre los más leídos, recordó que el desajuste horario no sólo "desincroniza al ser humano fisiológicamente al sufrir una reducción de sus defensas inmunitarias por insuficiencia de luz, sino que también le produce desequilibrios sociales y psicológicos al verse abocado a vivir al revés que los demás".
La causa principal de los trastornos es que el descanso diurno es "poco reparador", ya que durante el día los parámetros biológicos tienen unas constantes naturales diferentes a las de la noche, en que el organismo se prepara para descansar.

Según Estivill, los ritmos biológicos naturales y saludables coinciden con el día y la noche, y a ellos el cerebro responde enviando al organismo órdenes de actividad. "Al cuerpo no se le puede engañar", sentenció.
En el trabajador nocturno, argumentó, se produce un desajuste de su ritmo "circadiano natural" lo que se traduce en una predisposición a la fatiga.

El doctor Apolinar Rodríguez, jefe del Servicio de Neurofisiología de la Paz, señaló que los trastornos implican la astenia física y psíquica.
Lo que conlleva, subrayó, "dificultad para hacer esfuerzos y sensación de cabeza vacía", así como "irritabilidad, intolerancia a las pequeñas agresiones del medio y alteración de las relaciones entre los compañeros de trabajo y la familia".

"Los trabajadores de edades más avanzadas que el resto son más vulnerables a los trastornos y tienen más riesgo de envejecimiento prematuro y aumento de la morbilidad", indicó Apolinar, quien aclaró que cada ser humano tiene una mayor o menor adaptación a estos horarios, por lo que no pueden establecerse promedios exactos.
Tanto Rodríguez como Estivill coincidieron en la necesidad de la siesta para los trabajadores de turno de noche, al menos media hora, mientras que para el resto de los mortales debe limitarse a unos veinte minutos, observaron.

Ambos apuntaron que es preferible que estos empleados mantengan sus hábitos en días festivos,\n ya que el cuerpo no puede ajustarse en dos días a un nuevo horario, y recomendaron que procuren dormir en un ambiente totalmente aislado de ruidos y de la luz.
Es también fundamental mantener un horario de comidas normal que no altere el desayuno, la comida y la cena, con la separación de horas habituales entre cada ingesta.

Autor: ELIZABETH C. MANEIRO S.
Auditor L./Consultor/Instructor QHSE

LAS BEBIDAS (leche) EN LA PREVENCIÓN DE INTOXICACIONES

El uso de la leche en la prevención de intoxicaciones por el plomo ha sido desde hace tiempo un tópico muy discutido. Esta práctica viene del tiempo en que el tratamiento de la intoxicación por plomo estaba basado, en su mayor parte, en el descubrimiento de que el plomo tiene el mismo proceso metabólico que el calcio La administración de leche estaba por tanto indicada en el tratamiento del cólico saturnino y en casos de excesiva movilización de plomo. Sin embargo en el uso de la leche como profilaxis de la intoxicación por plomo se encontraron los siguientes problemas: a) la eficiencia profiláctica de la leche no ha sido nunca demostrada inequívocamente y algunos estudios, incluso, indican que la leche puede facilitar la absorción del plomo; b) un cantidad superior a un litro de leche consumida durante el trabajo al día es difícil de digerir; c) es difícil asegurar que todos los trabajadores expuestos al riesgo de plomo consuman suficiente leche, y d) si se deposita la confianza en esta medida de seguridad, pueden descuidarse otras medidas de seguridad. Le leche no es un antídoto para agentes tóxicos en la industria y no es recomendable su uso profiláctico. Sin embargo, no hay razón para no recomendar su uso como bebida refrescante, con tal que sea bien tolerada y consumida en cantidades moderadas. En un principio general, en la prevención de intoxicaciones profesionales, el que ninguna bebida o medicamento (por ejemplo, vitamina C para la exposición al benceno, agua sulfurada para la exposición al mercurio EDTA -ácido edético- para la exposición al plomo, etc.) debe ser considerada como un sustituto adecuado para el control eficaz del peligro. Estas consideraciones no se aplican necesariamente a las bebidas usadas para controlar ciertos efectos agudos y reversibles de origen profesional, tales como dolores de cabeza e hipotensión arterial resultantes de la exposición a los nitratos en las industrias de explosivos y farmacéutica, que son fácilmente eliminados o corregidos por una taza de té o café.
Autor: Eric Omaña
Fecha: 1 de Diciembre de 1999Fuente: Trascripción de la página Nro. 241 de la Enciclopedia de Medicina, Higiene y Seguridad del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo. Volumen 1, año 1974.

Análisis de los riesgos disergonómicos presentes en los puestos de trabajo de la línea de ensamblaje Dyna de la empresa Toyota de Venezuela, C.A. Planta Cumaná, para la elaboración de un Programa de Ergonomía.
Cumaná, 2006.

Autor: Daniel A. Romero V.
Asesor: Daniel A. Romero P.

RESUMEN

La higiene y la seguridad laboral son disciplinas orientadas a ofrecer un ambiente de trabajo sano y seguro. En la presente investigación se hace énfasis en la ergonomía y, particularmente en la prevención de enfermedades ocupacionales de tipo músculo-esqueléticas, originadas por algunos factores de riesgos disergonómicos, como posturas inadecuadas, sobreesfuerzos, desplazamientos, movimientos repetitivos y uso de herramientas de gatillo.

Las empresas ensambladoras de vehículos, como Toyota de Venezuela, C.A., padecen la incidencia de este tipo de riesgos debido a las operaciones propias de su proceso productivo. Por tal motivo surgió la necesidad de analizar estos factores de riesgos disergonómicos en la línea de ensamblaje Dyna, en la cual se ha evidenciado un permanente y preocupante aumento en el número de casos de trabajadores afectados por lesiones músculo esqueléticas.

Para lograr este objetivo se realizó una investigación de tipo proyectiva, donde se analizaron algunos factores de riesgos disergonómicos para luego diseñar una propuesta de Programa de ergonomía que permita minimizar la presencia de estos riesgos.

El estudio arrojó como conclusión que existe una elevada presencia de riesgos disergonómicos, asociada a distintos factores de riesgos como: malas posturas asumidas durante la jornada de trabajo, el levantamiento de cargas pesadas, el uso de herramientas de gatillo y la realización d movimientos repetitivos, esto combinado con ciertas restricciones en espacio, mobiliario y tiempo y algunas actitudes inapropiadas por parte de los involucrados.